viernes, 11 de marzo de 2011

¿Una reflexión?

Bueno, ya es hora de escribir algo, que hace mucho que esto está un poco abandonado...

Como dije anteriormente, todo está sometido a cambios continuamente. La tecnología es un buen ejemplo. De hace 20 años a hoy, muchas cosas han cambiado. Se han hecho muchos avances en casi todos los campos científicos, productos que nunca imaginaríamos que llegarían a existir. También las personas cambiamos. No me refiero físicamente, eso es bastante obvio, sino en nuestro caracter.

Muchas cosas pueden influir, a parte de los padres. Amigos, entorno, colegio/instituto/universidad. Todo ello influye.

Pero no nos desviemos del tema.

A lo largo del último año mi conducta quizá haya cambiado un poco... Ha habido muchos acontecimientos, y de hecho he aprendido muchas cosas.

Nunca me he considerado un alma de la caridad, ¡por supuesto que no! He sido amable con quienes he querido (con unos más que con otros) y he sido claramente borde con otros. Pero ahora me pregunto, ¿merece la pena? Quiero decir, tratas de ser amable. Te interesas por la vida de alguien. ¿Y que es lo que obtienes? ¡Nada!

Que no se me malinterprete, normalmente no soy amable por interés (salvo en temas de clase, que no te puedes meter con el profesor y hay que tratarle más o menos con el respeto adecuado, eso sí, sin llegar a la adulación). Hay más cosas que llevan a ser amable, principalmente en mi caso, la amistad y el compañerismo.

Pero, ¿a qué me refiero con ser amable? No hablo sólo del trato. La falta de egoismo es totalmente contraria a mi visión de la amabilidad.

Intento ser amable, no ser egoista... ¡Que coño! Muchas veces, cuando salgo por ahí con los colegas, la mayoría de los planes me echan un poco para atrás. Pero prácticamente siempre me he aguantado, me habré quejado, eso sí, pero siempre he cedido. Cuando hay que ver una película, me da igual tener que tragarme por 8ª vez el mismo coñazo de película si alguno de nosotros no la ha visto. Todas esas cosas cuentan, al menos para mí. Estas cosas uno las hace por amistad.

De los planes que hacemos, ya sean partidas de rol, ir al cine, o simplemente ver una peli en casa con los amigos, la acción en sí es lo menos importante. Lo que de verdad importa es estar con los amigos, que a fin de cuentas son aquellos que importan.

Si no se puede entender esto, lo más probable es que se sea un egoista. Meterse en los temas de conversación que uno ha iniciado, colaborar en el tema, opinar, etc... eso es base en una amistad. Pero si intento cambiar de tema porque no me importa, porque prefiero decir que lo mío es lo mejor del mundo, que soy la puta ostia en todo y que me creo más listo que nadie, hablar de cosas que solo a mí (o a una minoría) les gustan sin tener en cuenta a los demás (aunque esto es relativo, ya que en verdad existen personas incapaces de meterse en cualquier tipo de conversación, pero no me refiero a ellos en este caso)... Todo eso es propio del egoista. Quizá del que quiera llamar la atención, mostrando lo listo que es.

Ante tal panorama, es díficil intentar seguir como siempre. ¿Por qué yo me tengo que callar en mis opiniones claramente despectivas? ¿Por qué no puedo decir "Eres un maldito gilipollas, engreido y egoista; y espero sinceramente que algún día fracases en todo lo que hagas para que veas que todo el mundo se equivoca"? Si otros son egoistas y desconsiderados, ¿por qué no puedo decir que el juego al que tu, gran amigo mío, juegas es una puta porquería que no vale la pena ni giñar en él?

¿Y que hacer? Seguir como siempre, pensareis. Es cierto que por mi parte es lo que haré. A esa gente tan egoista ya les llegará el momento en que tengan que cambiar o ceñirse a las consecuencias.
Pero, ¿podría cambiar y ser yo también así? Sé que lo he dicho muchas veces, y quizá alguna vez he empezado a comportarme así. La verdad es que este último año no ha ayudado bastante. Me he llevado palos por confiar demasiado en los demás, por tratar de ver como algo iba bien cuando iba rematadamente mal, o por lo menos así me ha parecido. Pero aun con todo, no puedo actuar así. ¿Actuar con prepotencia? ¡Me repugna! No me gusta presumir de lo que puedo hacer o tengo. ¿Intentar joder a los demás porque tienen algo que yo no tengo? Eso no solo sería egoista, también sería de ser un cabrón. ¿Hablar sólo de lo que yo quiero? Acabaría cansando tanto hablar de lo que uno hace, dice o piensa todo el rato.

No siempre es lo que queremos, aunque tampoco hay que aguantarse toda la vida. Nadie se aguanta para siempre. Sólo espero nunca llegar al límite de mi paciencia, porque yo enfadado digo exactamente lo que pienso, sea ofensivo o no...

Yo por supuesto no voy a aguantarlo mucho más. Se puede ser egoista, pero hay cosas que ya son demasiado para mí. Si te tengo que mandar a la puta mierda, seas quien seas, me importa una bledo.

Aunque para qué engañarse... Sé de sobra que no mandaré a nadie a la mierda y que seguiré aguantándome, como siempre. Pero no sólo en esto, sino en todo. Porque eso es lo que me falta. No soy capaz de cortar una supuesta amistad, relación o trato así como así. Ni siquiera de poner las cosas en su sitio para evitar estos comportamientos o otros que no me agradan. Si fuera capaz, habría arreglado algunas cosas hace tiempo...

No hay comentarios: